Juicio a las Juntas

El 22 de abril de 1985, en Argentina, durante la presidencia de Raúl Alfonsín, comenzó un hito fundacional: el Juicio a las Juntas Militares.
En ese proceso fueron condenados cinco integrantes de las Fuerzas Armadas y otros cuatro resultaron absueltos. A lo largo de 17 semanas de audiencias se analizaron 709 casos de violaciones a los derechos humanos, lo que representó una muestra limitada frente a la magnitud del terror, pero que produjo un impacto social para dimensionar los crímenes y acreditar el carácter sistemático del terrorismo de Estado. El fiscal Julio César Strassera cerró su alegato con una frase que se convirtió en un proyecto para las luchas contra la impunidad: “Señores jueces: Nunca Más”.
Este juicio no solo marcó la historia argentina; también abrió una ventana para comprender la situación de muchas y muchos uruguayos secuestrados y desaparecidos en Argentina. Puso en evidencia la coordinación represiva del Plan Cóndor y el accionar conjunto de los aparatos de seguridad de ambos países mediante intercambio de información, operativos combinados, traslados, torturas, apropiación de niños y niñas y ocultamiento de personas.
En ese contexto, los testimonios de sobrevivientes uruguayos fueron decisivos. Permitieron reconstruir el funcionamiento de centros clandestinos como Automotores Orletti y describieron secuestros, torturas y desapariciones perpetradas por represores uruguayos y argentinos. Aquellas declaraciones mostraron que no se trataba de hechos aislados, sino de una red planificada de persecución transnacional.
Un caso emblemático es el de Sara Méndez, secuestrada en 1976 junto a su hijo Simón, de apenas veinte días. Simón permaneció desaparecido durante décadas y su identidad fue apropiada. Tras una búsqueda sostenida y campañas internacionales, el reencuentro entre madre e hijo se produjo recién en marzo de 2002.
Esta colección, que ofrece acceso abierto a los testimonios de compatriotras publicados en el “Diario del Juicio”, a las filmaciones de sus testimonios y a otros documentos relevantes, es un insumo clave para seguir fortaleciendo las luchas por memoria, verdad y justicia.