Enrique era oriundo de Salto, estaba en pareja con la joven argentina Graciela Rutilo, tenía una pequeña hija, Carla y era militante del Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros (MLN-T). Luego del golpe de Estado vive un tiempo en Argentina y luego viaja a Bolivia, donde se integra al Partido de los Trabajadores de Bolivia del Ejército de Liberación Nacional.
Lucas es asesinado junto a su compañero Pedro Silveti, luego de ser detenidos por miembros de la dirección del orden político dependiente del Ministerio del Interior del gobierno de la dictadura de Hugo Bánzer.
Graciela y la pequeña Carla Rutila Artes, de pocos meses de edad, fueron secuestradas el 2 de abril de 1976 en la localidad de Oruro, y torturadas por las autoridades bolivianas, Luego fueron entregadas al gobierno argentino en el marco de la coordinación represiva Plan Cóndor donde las mantuvieron secuestradas en el CCDyT de Automotores Orletti.
Graciela continúa desaparecida y Carla fue apropiada por un represor.