Amelia tenía 41 años, vivía en el barrio Colón de Montevideo y estaba embarazada de su primer hijo. Trabajaba como empleada en una editorial y militaba en el Partido Comunista del Uruguay.
El 2 de noviembre de 1977 fue secuestrada en la calle en un operativo de la OCOA. Su compañero y una amiga también fueron secuestrados en una ratonera montada en su casa y son ellos quienes reconocieron su voz en el centro de detención y tortura de La Tablada.
Otra secuestrada escuchó como en una ocasión la llevaban al baño y le insistían en que se parara, Amelia respondía que no podía, a los días la llevaban nuevamente al piso donde estaba la sala de torturas al intentar resistirse fue duramente golpeada. Su hermana Carmen declaró en 1985 ante la Comisión parlamentaria qué investigó la situación de los detenidos desaparecidos.
Amelia continúa desaparecida.