El cuarto tomo de "Crónicas de los Años Duros (1968-1985)", se publica en el aniversario de los 50 años del golpe de Estado. Reúne relatos testimoniales sobre el período del terrorismo de Estado en Uruguay, enfatizando la importancia de mantener viva la memoria histórica a través de experiencias personales. Los relatos, variados y emotivos, describen situaciones en cárceles como el Penal de Libertad y Punta de Rieles, así como actos de resistencia clandestina en barrios de Montevideo, y la vida cotidiana marcada por la represión y el miedo.
Entre las historias destaca la emotividad de situaciones cotidianas, como preparar paquetes de alimentos para los presos políticos, enfrentando restricciones absurdas y crueles impuestas por los militares, y la lucha constante de familias enteras por sostenerse en medio de la represión, como la niña que pregunta a su padre por qué su familiar está preso, recibiendo la respuesta contundente: "Por ideas". Otro testimonio relata la muerte violenta de un joven militante socialista, Walter Medina, en Piedras Blancas, mientras pintaba una consigna política en plena dictadura.
También se narran hechos colectivos de resistencia popular, como la solidaridad barrial frente al secuestro de un vecino por fuerzas represivas, mostrando cómo acciones coordinadas y valientes podían confrontar la arbitrariedad. Se destaca especialmente la experiencia femenina durante la dictadura, describiendo el papel invisibilizado de las mujeres en la resistencia, enfrentando riesgos personales y familiares para sostener la lucha por justicia y libertad.
Este tomo busca, una vez más, contribuir al ejercicio colectivo de memoria, verdad y justicia, subrayando el compromiso de la sociedad uruguaya en asegurar que las nuevas generaciones comprendan lo ocurrido para que nunca más se repita.