El represor reconoció haber participado como agente del Servicio de Información de Defensa en el secuestro del maestro Julio Castro, quien fue llevado al Centro Clandestino de Detención y Tortura conocido como "Casona de Millán" y posteriormente desaparecido. Los restos de Julio Castro se recuperaron en 2011.
Procesado en primera instancia fue revocado el procesamiento al declarar, que desconocía el trato y destino del que fue objeto el maestro.