Esta recopilación de crónicas, organizada por Crysol y compilada por Nibia López, es el primero de una serie de volúmes en que se reúnen testimonios personales sobre las vivencias cotidianas durante la dictadura cívil y militar. Las crónicas ofrecen un registro humano, íntimo y desgarrador de los años del terrorismo de Estado, con énfasis en los vínculos afectivos, la resistencia silenciosa y los efectos duraderos de la represión.
Los relatos, escritos en primera persona, abordan desde la cárcel política y la vida en el Penal de Libertad, hasta la vigilancia, el exilio y la fragmentación de los lazos sociales. Sobresalen narraciones como la del joven que sobrevive a una redada y queda marcado por la culpa, la madre que sostiene con ternura inquebrantable a su hijo preso, o la murga censurada que decide cantar igual, desafiando el miedo con la alegría popular.
La publicación enfatiza que no solo los militantes, sino también familiares, vecinos y ciudadanos anónimos, resistieron. La memoria es una herramienta de justicia, de reconstrucción personal y colectiva, y una forma de combatir la impunidad. Estas crónicas permiten comprender no solo los hechos, sino sus huellas emocionales, y dan voz a quienes rara vez aparecen en los relatos oficiales.
