El local histórico del SUNCA fue allanado por las Fuerzas Armadas y posteriormente apropiado por la Guardia de Granaderos para ser utilizado como centro de detención y tortura.
Luego de la Huelga General organizada por la central sindical CNT, como respuesta al golpe de Estado del 27 de junio de 1973, fueron ilegalizados los sindicatos y perseguidos sus dirigentes y militantes. La totalidad de los locales sindicales fueron clausurados y saqueados, muchos de ellos además fueron apropiados por distintas fuerzas represivas, tanto en la capital como en todo el País, entre los que se contaron el del UNTMRA y el del SUNCA. El local fue recuperado durante el proceso de reapertura democrática, el 10 de diciembre de 1984.