Según el testimonio recabado de la madre que es reproducido en la ficha de la SDHPR:

“Que estando como turista en la ciudad de Buenos Aires con todos mis familiares, teniendo todos los papeles y número de radicación, su hijo Raúl Wilfredo ALVAREZ CANO de 14 años de edad, fue asesinado según la Policía por equivocación”. Reclusión  probable Comisaría de Tortuguitas, atribuido al Oficial Oscar González de esa dependencia.

El caso se vincula a la violencia policial y la persecución de adolescentes y jóvenes presumiendo su involucramiento políticos. Tenía 14 años.

Héctor era oriundo de Montevideo, era dibujante e integraba al Movimiento de Liberación Nacional - Tupamaros.

En el año 1974 obtiene la ciudadanía Argentina e ingresa a estudiar Arquitectura en la Universidad Nacional de Córdoba.

El 23 de agosto de 1975 fue secuestrado por personal de seguridad de la Casa de Gobierno de esa ciudad, cuando iba en  a buscar a su novia a su lugar de trabajo. Su cuerpo apareció sin vida, con claras señas de tortura dos días después, el 25 de agosto  en el paraje Villa Esmeralda.

Su casa ubicada en el barrio de Lezica, fue apropiada por efectivos y utilizada como centro clandestino de detención y tortura, conocido como Base Lima Zulú.

Miguel era militante del Movimiento de Liberación Nacional - Tupamaros, vivía con su compañera Marta y el pequeño hijo de ambos.

Represores vestidos de particular lo secuestraron  en Buenos Aires, en el domicilio de Atalivas Castillo  en la localidad de Laferrére.

En el contexto del atentado al Bowling Club de Carrasco organizado por el MLN -T, el 28 de setiembre de 1970, detonó por error un explosivo y provocó el derrumbe del edificio.

Roberto quedó atrapado entre los escombros y murió por asfixia 24 horas después de permanecer herido en el lugar sin recibir asistencia. Su cuerpo fue rescatado por los bomberos el 5 de octubre de 1970.