Esta cárcel de presos sociales en los años previos al golpe militar funcionó también como un centro de detención en el marco de las medidas prontas de seguridad, el encarcelamiento de periodistas y estudiantes varones con actividad crítica del gobierno.
Su rol en la represión previa al golpe de Estado fue menor en cantidad de presos que otros centros militares como el CGIOR o el Cuartel de San Ramón.