En una casona ubicada en Millán 4269, funcionó un centro clandestino de detención y tortura operado por el Servicio de Información e Inteligencia (SID) durante la dictadura.
El 30 de marzo de 1977, con la intervención de una escribana vinculada a un militar, esa propiedad fue vendida a una persona de nombre Virginio Emiliano Pomato Debrón, ese nombre no figura en ningún registro de nacimientos ni fallecimientos en Uruguay, por lo cual, se supone el posible carácter fraudulento de esa transacción.
En el año 1980 el fondo social de empleados y obreros de la empresa CUTCSA adquiere el predio y se construye allí una cooperativa de viviendas.
El 31 de mayo de 2002, por orden judicial, con asistencia de la Dirección Nacional de Policía Técnica y de la Dirección Nacional de Bomberos se realizó una excavación ante la presunción de que pudieran encontrarse restos humanos. Se hallaron ropas con restos de cal pero no pudo comprobarse que hubiesen habido enterramientos de personas secuestradas y posteriormente detenidas - desaparecidas.