Julio era de Montevideo, estudiaba bachillerato en el Instituto Alfredo Vázquez Acevedo (IAVA) y trabajaba en un quiosco de diarios y revistas. Era un miembro activo del grupo de jóvenes cristianos vinculados a la parroquia San Juan Bautistas del barrio de Pocitos, y se desempeñaba como animador en la educación cristiana de los niños y adolescentes.
El 1º de setiembre de 1971, Julio participaba en una manifestación estudiantil en protesta por la desaparición de los jóvenes Héctor Castagnetto y Abel Ayala y las muertes de Heber Nieto y Nelson Ramos Filippini, en manos de un escuadrón parapolicial.
En determinado momento aparecen fuerzas policiales de la Guardia Metropolitana a reprimir, con gases y disparos a la multitud. Cerca de Julio explotó una granada de gas y corre a buscar refugio en la Facultad de Química, en ese trayecto intenta ayudar a una joven que se había desmayado por los gases. Allí recibió un disparo en la espalda. Compañeros y compañeras lo asisten, utilizan un pizarrón como improvisada camilla y corren al encuentro del entonces Decano de la Facultad de Medicina, Pablo Carlevaro, en su camioneta lo transportan hasta el Hospital de Clínicas.
La autopsia reveló que Julio fue golpeado y luego herido por un proyectil calibre 38. Una multitud acompañó sus restos al Cementerio del Buceo.