Julio era de Montevideo, estaba casado y tenía una hija. Se había desempeñado como periodista en el diario Justicia pero principalmente era trabajador portuario, dirigente del Sindicato Único del Transporte Marítimo (SUTMA) y militante del Partido Comunista de Uruguay.
Pasada la medianoche del 16 de diciembre de 1975 ingresan a su casa un grupo de hombres armados, vestidos de civil que se identifican como miembros de las Fuerzas Conjuntas. En la casa estaba su hija adolescente, una tía de 90 años y su esposa María Hortensia que dio testimonio del secuestro:
"Al día siguiente, de mañana, fui a una dependencia de las Fuerzas Armadas que no se si quedaba en la Calle Julio Herrera y Obes o Paraguay –creo que era Julio Herrera y Obes-- y allí me dijeron que tenia que ir al Comando, que estaba en la calle Bulevar. Fui al comando y allí me dijeron que no estaba. Después fui al cuartel que esta en la calle Maldonado, a la Marina, a la Aviación; todas las semanas iba a la calle Castro, donde estaban las tres armas. Pero no apareció en ningún lado. También fui a la Cruz Roja Internacional y a la Embajada Americana. He dado todos los pasos que se podían dar, pero siempre obtuve resultados negativos."
Julio continúa desaparecido.