José Enrique había sido bancario en Uruguay y trabajaba como empleado contable en una fábrica en Buenos Aires.
En Montevideo había militado en AEBU. Integraba los Grupos de Acción Unificadora (GAU).
El 14 de junio de 1977 fue secuestrado en su domicilio junto a su esposa Graciela De Gouveia, mientras sus hijos, María Fernanda (5 años) y Alejo (3 años) presenciaron el operativo, en el que participaron 10 militares que además se llevaron dinero y objetos de valor. Los niños fueron dejados con vecinos quienes posteriormente los entregaron a sus abuelos.
José Enrique y Graciela fueron vistos con vida y torturados en la Comisaría de San Isidro.
José Enrique tenía 28 años y Graciela 26. Ambos permanecen desaparecidos.