“Nunca más” es el informe oficial producido por la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (CONADEP) al regreso de la democracia en Argentina. Desde su prólogo fija un encuadre ético y jurídico: frente a los delitos de grupos armados, la dictadura respondió con “un terrorismo infinitamente peor”, amparado en el poder estatal, que secuestró, torturó y asesinó a miles de personas. La Comisión aclara que su tarea no fue juzgar, lo que es tarea de la justicia, sino indagar sobre el destino de los desaparecidos a partir de miles de testimonios, la verificación de la existencia cientos de centros clandestinos de tortura y la organización de un acervo documental de más de 50.000 páginas.
La autoría es institucional: Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (CONADEP). La edición fue de Editorial Universitaria de Buenos Aires (EUDEBA). Primera edición en noviembre de 1984; ediciones 2ª, 3ª y 4ª en diciembre de 1984 (Buenos Aires, Argentina).
El informe documentó la existencia de unos 340 centros clandestinos de detención dirigidos por mandos de fuerzas armadas y de seguridad, con condiciones infrahumanas y tormentos sistemáticos; la CONADEP elevó 1.086 legajos a la Justicia e incorporó 7.380 legajos en total a partir de denuncias y testimonios. También describe prácticas de exterminio y encubrimiento de los crímenes (desaparición de cuerpos, simulación de enfrentamientos) y rechaza la tesis de “excesos” aislados, el terrorismo de Estado se constituyó con prácticas comunes y extendidas.
El informe incorpora la dimensión transnacional del terrorismo de Estado, y menciona a algunas de las víctimas uruguayas, como Aída Celia Sanz Fernández, Zelmar Michelini, Héctor Gutiérrez Ruiz, Sara Méndez, Simón Riquelo, Enrique Rodríguez Larreta y Gerardo Gatti. Se destaca a través de varios testimonios el funcionamiento del centro clandestino de tortura Automotores Orletti, que operó como un centro de cooperación entre el Ejército Argentino y el uruguayo, con interrogatorios coordinados y traslados forzados y clandestinos de personas desde Buenos Aires a Uruguay; se constató la presencia de interrogadores uruguayos en otros centros clandestinos.
En sus conclusiones, el informe estima un universo de 8.960 las personas que, a la fecha de presentación (septiembre de 1984), seguían desaparecidas, pero aclara que esa no era una cifra definitiva dado el importante subregistro.
“Nunca más” no sólo es un inventario del horror; propone medidas: reconocimiento de la desaparición forzada como crimen de lesa humanidad, fortalecimiento de la Justicia y enseñanza de derechos humanos, entre otras, para garantizar verdad, justicia y no repetición.