Adriana era oriunda de Montevideo y, tras el golpe de Estado en Uruguay, se radicó en Buenos Aires junto a su familia, donde ingresó a estudiar en el Colegio Nacional de Buenos Aires.
Se involucró en la militancia social y política en la Unión de Estudiantes Secundarios (UES) y conformó pareja con Ricardo Carpintero. Ricardo fue secuestrado en su domicilio el 25 de marzo de 1977.
El 8 de abril de 1977, fuerzas conjuntas de la Policía, la Fuerza Aérea, el Cuerpo de Bomberos y el Cuerpo I del Ejército argentino rodearon la vivienda que Adriana compartía con un compañero y otra joven embarazada. El operativo incluyó helicópteros, reflectores, tanquetas y carros de asalto de la Guardia de Infantería. Según vecinos, una de las mujeres en determinado momento salió con los brazos en alto. Sin embargo los tres jovenes fueron heridos con múltiples impactos de armas de fuego, Adriana fue trasladada al Hospital Alvear, donde falleció horas después. Tenía 17 años y cursaba un embarazo avanzado.
Fue enterrada como NN y su familia permaneció seis años en la incertidumbre sobre su destino. En 1983 se confirmó su identidad, y sus restos fueron inhumados por su madre y familiares en España, en una ceremonia a la que asistieron más de 1.500 personas.