En esa unidad militar funcionó como centro de detención y tortura y como cárcel de presos políticos entre 1972 y 1974, los testimonios e investigaciones dan cuenta de que aproximadamente cien personas habrían sido recluidas en esos años por ese lugar. A partir de 1974 y hasta 1978 la operativa se centró en la participación de sus efectivos en la represión integrando el circuito dirigido por el Organismo Coordinador de Operaciones Antisubversivas (OCOA) con estrecha conexión con el CCDyT 300 Carlos.